Los depósitos de biogás pueden renovarse
El biogás es una importante fuente de energía en la transición hacia las energías renovables. Se utiliza para producir calor, electricidad y combustible para vehículos. Se produce a pequeña escala en granjas y a gran escala en centrales térmicas e industrias. Las cisternas están presentes en todo el proceso: para almacenar los sustratos y para producir y almacenar el biogás. Las cisternas de biogás pueden resultar dañadas por las sustancias corrosivas del gas. El biogás es inflamable y explosivo, por lo que los requisitos de seguridad son elevados. ¡Ve sobre seguro! Inspecciónalas regularmente para que puedas solucionar a tiempo los pequeños daños. Cistern Solutions ha desarrollado un método eficaz para reparar las cisternas dañadas.
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Cisternas para dos formas de biogás: comprimido y líquido
El biogás se produce descomponiendo materia orgánica en un entorno sin oxígeno. El sustrato, como se denomina, puede ser lodo de depuradora, restos de comida, estiércol y residuos industriales. La descomposición tiene lugar en digestores, donde las bacterias convierten la materia orgánica en metano y dióxido de carbono, es decir, biogás. El gas se comprime y almacena a presión o se enfría hasta convertirse en gas líquido. Ambas formas de biogás se almacenan en depósitos. Lo mismo ocurre con los biolodos, un subproducto utilizado como fertilizante en la agricultura.

Problemas con los depósitos de biogás
Los problemas más comunes de los depósitos de biogás son las grietas y las fugas. El biogás suele contener sustancias corrosivas, como sulfuro de hidrógeno y amoníaco. En un entorno húmedo, el sulfuro de hidrógeno puede formar ácido sulfúrico, que corroe el contenido del depósito. Otro problema es la acumulación de lodo, que puede bloquear las válvulas. Las válvulas bloqueadas pueden provocar una sobrepresión que, a su vez, aumenta el riesgo de explosión. Si el gas no se puede expulsar, intentará encontrar otras vías de escape. Las fugas de biogás constituyen un grave peligro de incendio. Si el gas es tóxico, puede dañar a las personas que estén cerca.
Seguridad en torno a los depósitos de biogás
Los depósitos de biogás, especialmente los utilizados para biogás comprimido o licuado, se consideran equipos presurizados. Esto también se aplica a los recipientes sueltos de biogás. Un depósito de biogás también está clasificado como manipulación de líquidos inflamables o aceite usado (ver la normativa del MSB). Según la normativa de la Autoridad Sueca del Entorno Laboral, los depósitos y las tuberías deben inspeccionarse periódicamente para reducir el riesgo de accidentes y proteger la salud humana. La inspección debe realizarla un organismo de inspección acreditado.
- Una cisterna debe revisarse cuando se instala.
- Si el depósito se somete a reparaciones, debe realizarse una inspección de revisión antes de volver a utilizar el sistema.
- Cuando se retira una cisterna, hay que notificarlo a las autoridades. Si hay que retirarla, hay instrucciones sobre cómo hacerlo de forma segura.
Para proteger el suelo y el agua, los depósitos con tuberías conectadas deben tener una protección secundaria. La protección puede detectar fugas, evitar explosiones e incendios o detectar escapes de gas (para más información sobre los requisitos de la protección secundaria, consulta la normativa NFS 2021 de la EPA sueca).